dissabte, 11 d’octubre del 2008

en los pomos de las puertas

ayer soñé mi gato muerto.
mi madre venía
y me decía:
Jordi, sígueme.
y recuerdo pasillos
sin luz y sin tiempo
pasillos de sueño
y en una habitación vacía
mi gato panza arriba
encima de la
cama:
mira.
y aquel no era mi gato,
parecía algo del demonio
y sin embargo
lo era.
se había cortado
las venas,
había quedado en una postura imposible
y no había ni rastro de sangre,
sólo un charco de dolor
entre las sábanas.
recuerdo saberme en un sueño
y a pesar de eso
llorar
y pensar
por qué él
y no yo,
por qué él y no yo.
recuerdo saberme en un sueño
y llorar
sin entender.
¿por qué se suicidan los gatos
cuando la noche duerme?
luego un estado de vigilia
sin maullidos en los pomos de las puertas
y el despertar
con un mal sabor en los labios,
con un gesto extraño en la mente.
antes de salir a la calle
mi gato me miró
lo acaricié,
maulló
cariñosamente como siempre
y me fui al trabajo
pensando que quizás
en el fondo
aquel no sería
un mal día.




(agost de 2002. com passa el temps.)