(Minirrelato, diciembre de 2007)
La nostalgia penetra por los ventanales de mi viejo palacio en forma de luz fría y mortecina como en una pintura gótica. Yo me observo las garras y la piel pálida que recubre este entramado de venas azules que son mis brazos. Frente al pupitre, la cabeza se me llena de imágenes, como si pasara lista a mis recuerdos. Callejones en penumbra, el destello azul de un estilete, rebosantes viñedos bajo un cielo estrellado, lobos albinos y hambrientos, sótanos con olor a tierra y madera, salones de baile, candelabros, pieles suaves y empolvadas, graciosas pecas, escotes generosos, cuellos destapados. Aún puedo sentir la sangre, su sabor, su textura. El olor de toda la sangre que bebí vuelve a mis fosas nasales a través de los túneles de mi memoria como si lo llevara el viento. Tengo que escribir sobre todo ello. Pero primero chatearé un poco, a ver si consigo camelarme alguna campesina entradita en carnes y puedo hincarle el diente…
dilluns, 30 de juny del 2008
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1 comentari:
Aquest sembla que l'haguessi escrit Lestat de Lincourt al segle XVIII....
Compte a on fiques el dent...
Joan
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